miércoles, 5 de marzo de 2008

Chinchilla 1488



Al-Yinyali era el nombre con que los musulmanes que poblaron la nuestra tierra de Castiella conocían la villa de Chinchilla.


En 1488, tras la campaña de Vera, y en camino hacia Valladolid, los Católicos Reyes, Don Fernando e Doña Ysabel detuviéronse en la muy fidelísima y Leal Ciubtad, para poner fin al conflicto que asolabala. Hallánbanse divididos sus nobles entre la lealtad a Don Juan de Pacheco, a la sazón Marqués de Villena, y los muy Católicos Reyes. Por eso es que, habiendo decidido ganarse la Ciubtad para su causa, detuviéronse los Reyes Católicos en su camino a ganar el favor de la ciudad.

Con haber sido la nuestra tierra cruce de caminos desde que el mundo es mundo, y soportado cabalgadas y fechorías tanto de moros como de cristianos, se hallaba como hoy, protegida por la Santa Hermandad, grupo de adustos soldados que velaban por evitar pillajes y otros desmanes. Hallábanse, a la par, asentados durante unos días en Chinchilla un grupo de soldados mercenarios, de los que dan su lealtad a quien les paga unas monedas y un les ofrece un sitio donde posar sus tiendas. Éstos andaban a la gresca con la milicia concejil, que tenía por orden proteger a la fidelísima ciubtad de males propios y ajenos.


Las huestes desfilaron por la ciubdad toda durante todo el día, recorriendo las sus calles cada cierto tiempo, para temor de malhechores y alegría de los niños que les vitoreaban a su paso.

En honor a la Real visita, se organizó un passo honrosso para divertimento de todos y ejercicio de las huestes allí alojadas.Se cuenta que poco antes de la hora de vísperas tarde hubo un notable hecho de armas, entre las facciones marquesinas y realistas que en el ciubdad vivían. Nobles y guerreros cruzaron las sus armas, venciendo al fin los que decían llamarse realistas, por ser defensores de la lealtad a los Reyes, y no al marqués.Bien entrada la noche, entraron los Reyes Católicos a caballo en la Plaza Grande de la ciubtad,. Gran boato les acompañaba, e iban escoltados por su Real Guardia. A ellos enfrentose el Alguacil, retándoles a no pasar si no juraban antes los fueros de la Ciubdad. Aviniéronse a ello nuestros monarcas, pues habían venido a buscar paz y no más guerras, con lo que la alegría de la Ciubtad fue grande y muy celebrada por todos esa noche.

Pasó la ciubdad una noche festiva, dado la importancia del hecho. Cantores y juglares, malabaristas, danzantes….. manifestaban así la alegría de tan importantes hechos.

2 comentarios:

ElDavid dijo...

Arrancando motoresss!! Je, je, je.

Club de Esgrima Los Llanos. dijo...

Jejejeje, bien que lo sabes, compañero!

Mañana, búsqueda de localizaciones. Y muy pronto.... cierre de inscripciones para participar en la escaramuza!