Chinchilla de Montearagón.
Jura de los Fueros.
1488 / 2009
El regreso del Marqués de Villena.
Recreamos el siglo XV, casi XVI. Estamos al final de la Edad Media cuando las reinas indiscutibles del armamento eran la espada larga, y la armadura.
Los guerreros musulmanes no se diferencian demasiado de los cristianos, excepto en los turbantes y en que usan escudos redondos. También usarían adargas (escudos en forma de corazón), pero no los usaremos nosotros hoy.
¿Qué fuerzas se van a encontrar?
Por un lado, los mercenarios o rufianes, antiguos soldados de las huestes del derrotado Marqués de Villena, llamados pachequistas, con ballestas, lanzas, espadas de una mano y escudos, apoyados por soldados musulmanes huídos del reino de Murcia y, en especial de la ciudad de Vera al ser conquistada por los reyes Ysabel y Fernando. El personaje que los manda podría ser uno de los principales capitanes del ejército pachequista, incluso el propio Marqués de Villena, que fue el Señor de Chinchilla hasta que Ysabel de Castilla tomó su fortaleza.
En el otro bando, además del populacho que simplemente peleará por defender su vida, su familia y su tierra, veremos a miembros de la Santa Hermandad y a caballeros de la Orden de Santiago, que tuvo en Albacete dos encomiendas, Yeste y Socovos, y que luchó al lado de los reyes, Ysabel y Fernando en la Reconquista.
LA ESCARAMUZA.
En el medievo era algo muy habitual que los soldados de ejércitos derrotados, o simplemente desertores, sin importan si eran cristianos o musulmanes, se formaran en cuadrillas de mercenarios o bandoleros, que se ponían al servicio del que mejor postor.
Una de sus prácticas habituales era el secuestro de personas nobles para pedir un cuantioso rescate.
Lo que vamos a representar es el intento de un grupo de esos bandidos de secuestrar a una dama de la baja nobleza a fin de pedir un rescate por devolverla sana y salva.
La escaramuza empezará con una solemne procesión, encabezada por Doña Blanca de Villena, a la que acompaña su séquito de damas y su escolta, que traslada una presunta reliquia sagrada como regalo de pleitesía a los Reyes Ysabel y Fernando.
En mitad de la procesión, un grupo de bandidos encabezados por un siniestro personaje, intentará hacerse con Doña Blanca y con la reliquia. Su escolta, apoyada por el populacho, intentará repeler la agresión.
Pero no será suficiente. Un emisario tendrá que intentar romper las filas enemigas para huir hacia la fortaleza y dar la voz de alarma a las tropas que allí aguardan, para que socorran a las víctimas de los bribones. ¿Llegarán a tiempo de evitar este crimen?
En el medievo era algo muy habitual que los soldados de ejércitos derrotados, o simplemente desertores, sin importan si eran cristianos o musulmanes, se formaran en cuadrillas de mercenarios o bandoleros, que se ponían al servicio del que mejor postor.
Una de sus prácticas habituales era el secuestro de personas nobles para pedir un cuantioso rescate.
Lo que vamos a representar es el intento de un grupo de esos bandidos de secuestrar a una dama de la baja nobleza a fin de pedir un rescate por devolverla sana y salva.
La escaramuza empezará con una solemne procesión, encabezada por Doña Blanca de Villena, a la que acompaña su séquito de damas y su escolta, que traslada una presunta reliquia sagrada como regalo de pleitesía a los Reyes Ysabel y Fernando.
En mitad de la procesión, un grupo de bandidos encabezados por un siniestro personaje, intentará hacerse con Doña Blanca y con la reliquia. Su escolta, apoyada por el populacho, intentará repeler la agresión.
Pero no será suficiente. Un emisario tendrá que intentar romper las filas enemigas para huir hacia la fortaleza y dar la voz de alarma a las tropas que allí aguardan, para que socorran a las víctimas de los bribones. ¿Llegarán a tiempo de evitar este crimen?
Programa general de la Recreación.
Sábado 27 de junio de 2009.
17.30 Escaramuza.
19.00 Vida de campamento (Talleres, exposición de armamento, combates libres).
23.00 Jura de los Fueros.